El coste medio de las reparaciones de vehículos está aumentado pero sigue manteniéndose al mismo precio.

Ya estamos viendo cómo las nuevas tecnologías están entrando de lleno en el mundo de la automoción. Esto implica a que cada vez los vehículos salen de los concesionarios con más elementos de seguridad y tecnología punta, algo que conlleva a un aumento en las reparaciones y que puede llegar a costar hasta diez veces más que hace tan solo diez años.

Por ejemplo, los paragolpes ya incorporan sistemas de seguridad con cámaras y radares que detectan señalizaciones de tráfico o calculan las distancias de seguridad para evitar colisiones o atropellos. Además, no podemos olvidar los faros inteligentes de nueva tecnología que superan hasta diez veces más el valor de un faro convencional. Por ejemplo, un faro antes podía costar entre 300 y 500 euros, cosa que ahora puede superar los 4.000 euros. Con esto queda claro que el coste de reparación de los vehículos no puede mantenerse en el mismo precio pero las compañías lo siguen haciendo.

Manuel Temboury Moreno, presidente de Adevi, razona: «dado que la tecnología en la fabricación de los materiales ha mejorado, también se produce la siguiente paradoja que ralla el fraude del sector para con sus propios asegurados a los que, en teoría, tienen que defender. Los paragolpes de los vehículos se construyen cada vez con materiales más flexibles, que aguantan los impactos casi sin deformarse. No obstante ese impacto suele desplazar el paragolpe hacia dentro dañando elementos estructurales como faldón, traviesa, piso del maletero…., para luego retroceder a su estado original escondiendo esos elementos dañados, que no se observan sino retiras el propio paragolpes».

Es decir, los daños a simple vista pueden quedar maquillados existiendo daños internos que se dejan a un lado: «El perito de las aseguradoras autoriza la reparación del paragolpes pero no de aquellos daños que no se ven».

¿Como se benefician las compañías aseguradoras?

Presionando a sus proveedores. Es decir, las compañías de seguros para mantenerse a un precio competitivo abaratan los costes de reparación a sus proveedores (talleres, peritos, grúas, reparadores de lunas, agentes de seguros…). Es decir, los profesionales que trabajan para los seguros están cada vez más presionados por las compañías, prestando mayores servicios a un menor precio y con escaso margen de beneficio.

A los agentes de seguro le rebajan sus comisiones por cada póliza, a los peritos les bajan los honorarios e imponen sus propias reglas en las peritaciones, etc., y así es como las compañías aprovechan su poder para llevar el control y ejercer presión siempre en beneficio propio.

¿Cómo se ven afectadas las víctimas de accidente?

Ya sabemos que el coste de la reparación de los vehículos es un aporte clave a la hora de que las víctimas de accidente reciban su indemnización correspondiente. Es decir, a mayor valor de reparación del vehículo, mayor peso y consideración en la magnitud del accidente. Es por ello que, tras un siniestro, las compañías de seguros toman parte para salir beneficiados en este sentido y como no, la víctima siempre pierde.

Uno de los elementos claves iniciales en los siniestros para las compañías son las peritaciones (los informes que indican el valor de reparación del vehículo), siendo mucha la presión que ejercen sobre los peritos para que el coste de la reparación tienda en su beneficio.

Con esto queremos decir que los peritos ya no pueden hacer su trabajo de forma objetiva e independiente. Estos profesionales están cada vez más presionados por las reglas que les imponen las aseguradoras y así es como, el valor de reparación de los vehículos caen en picado.

Las peritaciones no son objetivas, pero ahí no queda la cosa.. Además, las compañías reciben un descuento por parte de sus talleres colaboradores a cambio de ofrecerles un mayor volumen de trabajo. ¿Esto que implica? que debido a dichos acuerdos, el coste de reparación baja aún más una vez pasa al taller. Además, se fuerza al uso de recambio no original de vehículos para seguir abaratando costes.

En conclusión, es evidente que el valor de las reparaciones de los vehículos están aumentado debido a los increíbles avances que ya incorporan, y que las compañías siguen haciendo todo lo posible por mantenerlas y que esto no les afecte negativamente sin tomar partido por la profesionalidad de sus proveedores, ni por el bien de las víctimas.

«La consecuencia no solo es el ahorro monetario de tu propia compañía, sino que ésta intercambia la PERITACIÓN con la aseguradora contraria para que luego pueda defenderse ante una reclamación por lesiones y argumentar la levedad del impacto  y la imposibilidad por ende, de haber causado lesión», apunta Manuel Temboury Moreno, presidente de Adevi.

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