Por Manuel Temboury Moreno:
Presidente de ADEVI (Abogados de Víctimas)

Mientras que la pandemia del Covid19 está originando el cierre de PYMES y el cese de Autónomos por ausencia de negocio, hay grandes empresas que, muy al contrario, se están beneficiando de manera indirecta de esta situación desgraciada para el conjunto de la sociedad, viendo aumentada significativamente su cuenta de resultados.

Antes de esta situación epidemiológica y durante los últimos veinte años, las cifras reflejaban un fuerte cambio en la tendencia de la accidentabilidad con una clara disminución de los siniestros graves producidos sobre todo fuera de los núcleos urbanos y un aumento significativo de los accidentes leves denominados “por alcance” generados en las poblaciones por el incremento de la densidad automovilística.

Las últimas cifras publicadas por la DGT nos mostraba un dato significativo de una proporción de aproximadamente un 90% de accidentes con resultado de lesiones leves, frente a un 10% con resultado de lesiones graves.

La Alarma Social y el obligatorio confinamiento genera la reducción en los desplazamientos, y esta ausencia de movilidad reduce la siniestralidad vial de una manera muy significativa, afectando sobre todo a los accidentes leves por alcance dentro de los núcleos de población.

Los datos que se están obteniendo por parte de los letrados de ADEVI (Abogados de Víctimas) nos indican una reducción de un 98% aproximadamente de la siniestralidad urbana.

Por su parte se están conociendo datos oficiales de la DGT publicados el día de hoy por los medios de comunicación, donde se indica que el mes de marzo es el mes en la historia de nuestro país donde menos fallecidos se han producido en accidentes de circulación, lo cual es honestamente una buena noticia, pero que no es mas que el fruto del descenso drástico de desplazamientos a causa de la situación de confinamiento causado por la epidemia del coronavirus.

El contrato de seguros en un contrato de riesgo mediante el cual el asegurado paga una prima y la aseguradora se obliga únicamente si se produce el hecho asegurado. En el seguro de autos este riesgo es el daño producido por el siniestro de tráfico. Si se ha reducido ostensiblemente el daño, pero no se reduce la prima, la aseguradora aumenta sus beneficios al disminuir el gasto.

No debemos olvidar por otro lado, que la norma impone el denominado “Seguro Obligatorio” (la ley nos obliga a todos a contratar una póliza de seguros si queremos utilizar nuestro vehículo, so pena de multa), y que esto ha beneficiado enormemente a las sociedades aseguraticias al aumentar su fuente de ingresos a causa del aumento del pago de las primas.

Pues bien, tras las consecuencias económicas que la pandemia está generando en las economías familiares y de las empresas, va siendo hora de que las aseguradoras, a quienes se les ha beneficiado por imposición normativa, cumplan también con una “justa” función social que, aunque no les sea obligada por ley, debe imponérseles por sentido común y por solidaridad, esfuerzo que en ningún momento tendrá repercusión alguna sobre su cuenta de resultados por la comentada bajada en los gastos fijas a consecuencia del descenso de la siniestralidad vial antes referida.

Solidaridad que debería ampliarse igualmente a otras empresas a las que esta situación beneficia, como son las suministradoras eléctricas, industrias farmacéuticas, textil sanitaria, televisivas, de distribución, desarrolladoras de videojuegos…. y en general todas aquellas que en estas situaciones de pandemia están “haciendo el agosto” a costa de la misma.

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Fdo. Manuel Temboury Moreno
Presidente ADEVI.

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