Las nuevas formas de relacionarse entre los trabajadores y clientes, la detección rápida de fuentes de contagio y las funciones que debe cubrir un empleado para sustituir a otro son asuntos que deberán incorporarse a partir de ahora a la prevención de riesgos laborales en las empresas.

Las nuevos riegos derivados de las nuevas condiciones de trabajo se irán adaptando conforme pase el tiempo en las distintas actividades empresariales. Algo que antes podía parecernos tan natural como el trato con los clientes o la distancia entre personas, deberán recibir mucha más atención en los próximos meses para atender a la prevención de riesgos.

Ya se habla entonces de nuevos recursos, nuevas formas de trabajo y sobre todo, nueva formas de relacionarnos que serán específicas para cada actividad laboral en función de los riesgos que esta conlleve. Todo esto supondrá una nueva valoración de los puestos de trabajo, ya que cuando se reorganice el sistema se tendrá que analizar los riesgos y elaborar un nuevo plan de prevención al respecto.

Sería el caso por ejemplo de las empresas que reduzcan personal y los trabajadores que tengan que cubrir las funciones de otros, ya que habrá que prevenirles sobre los riesgos laborales de sus nuevas funciones.

El Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo ya se está planteando nuevas estrategias y normas o procedimientos de actuación como los nuevos hábitos de comportamientos referentes al contagio pero además, algunos expertos aseguran que después de la situación de crisis, habrá que implementar sistemas de detección y diagnóstico rápido mediante test.

También habrá de tenerse en cuenta los riesgos derivados del teletrabajo en la medida en que pueda mantenerse, aunque en unos niveles menos radicales que los actuales por el confinamiento.

José María Peiró, catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones de la Universitat de Valencia señaló que se identifican dos ámbitos de riesgos psicosociales: los derivados del teletrabajo en cuanto a la falta de recursos en el hogar, la falta de preparación y la falta de organización; y el miedo al contagio de los trabajadores de actividades esenciales, que supone un sobreestrés que puede producir «agotamiento emocional».

En conclusión, la actual crisis sanitarias va a conllevar grandes cambios en todos los ámbitos como ya sabemos, tanto en lo personal como en lo laboral y para ello, estaremos preparados para adaptarnos a los nuevos tiempos.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies